Basada en: la obra de teatro noh Ataka
Género: Drama histórico (Jidaimono) del repertorio clásico Kabuki Jūhachiban
Lugar: Teatro Kabuki-za, Tokio, Japón
Considerada una de las obras más admiradas y representativas del teatro kabuki, Kanjinchō que significa “La lista de suscripciones”) encarna los valores esenciales del Japón feudal: la lealtad, la valentía y el honor. Inspirada en una antigua pieza del teatro noh titulada Ataka, fue adaptada al kabuki en el siglo XIX por el dramaturgo Namiki Gohei III y popularizada por la legendaria familia de actores Ichikawa. Su protagonista, el monje guerrero Benkei, se ha convertido en un símbolo del heroísmo y la devoción inquebrantable.
La historia sigue a Minamoto no Yoshitsune, un noble que huye de su hermano Yoritomo tras ser acusado injustamente de traición. Disfrazado de monje yamabushi, viaja junto a su fiel sirviente Benkei, pero son detenidos en un puesto de control custodiado por el severo Togashi. Para salvar a su señor, Benkei finge llevar una lista de donaciones falsas la e improvisa una lectura solemne llena de ingenio y temple. Su acto de astucia y sacrificio logra engañar al guardia, representando uno de los momentos más intensos del repertorio kabuki.
La puesta en escena de Kanjinchō es una lección de teatralidad: el movimiento preciso de los actores, los gestos rituales y el uso del hanamichi (la pasarela que atraviesa el público) crean una tensión palpable. El protagonista, vestido con un kimono de tonos oscuros y un tocado monástico, combina fuerza física y control emocional en un equilibrio perfecto. La música tradicional , interpretada con shamisen, flautas y tambores taiko, acentúa el dramatismo del enfrentamiento, convirtiendo la escena en un espectáculo de poder y contención.
Más allá de su argumento heroico, Kanjinchō es una meditación sobre la lealtad y el deber. Benkei no solo defiende a su maestro, sino también un código moral que trasciende la guerra y la traición. Cada representación revive ese instante en que la inteligencia y el valor se imponen sobre la sospecha y la injusticia, reafirmando el espíritu noble del kabuki.
Asistir a Kanjinchō en el teatro Kabuki-za de Tokio es contemplar un fragmento vivo de la historia teatral japonesa. Es presenciar cómo el gesto, la palabra y el silencio se unen para narrar una de las más grandes demostraciones de fidelidad que el arte escénico haya concebido.