Tras un encuentro fortuito, dos jóvenes —Romeo y Juliet— se enamoran al instante en medio de una ciudad en la que las familias de ambos están enfrascadas en una enemistad ancestral. A pesar de que su amor surge en un contexto prohibido, con violencia y confrontación alrededor, los amantes deciden arriesgarlo todo para estar juntos.
La producción se define como raw (cruda), es decir, pretende llevar al público sin filtros al centro emocional de la tragedia: la ambición, el orgullo, el choque generacional, la impulsividad juvenil, el sufrimiento que nace del destino y el sacrificio.
Esta versión está dirigida por Peter Evans y cuenta con una puesta en escena reconocida por la crítica donde la interpretación busca resonar con los públicos contemporáneos: el amor irracional, el conflicto intergeneracional, las consecuencias del odio latente y cómo las decisiones individuales (o impulsivas) pueden marcar el destino colectivo.
Si te atraen las historias que combinan amor intenso + trasfondo social/familiar + tragedia, esta versión ofrece justamente esa mezcla, en un entorno escénico potente. Además, al representarse en el emblemático Sydney Opera House, la experiencia promete tanto teatral como espacial.