Basada en: novela de Gregory Maguire (1995), adaptada por Winnie Holzman, con música y letras de Stephen Schwartz (estreno en Londres, 2006)
Género: Musical de fantasía y drama psicológico
Lugar: Apollo Victoria Theatre, Londres, Reino Unido
Bajo el resplandor esmeralda que ilumina el West End, el Apollo Victoria Theatre se ha convertido en el hogar permanente de Wicked, una obra que trasciende el espectáculo para convertirse en una experiencia emocional y visual. Desde su estreno en 2006, este musical —adaptación de la novela de Gregory Maguire— ha hechizado a millones de espectadores con su mezcla de magia, humanidad y reflexión moral. En el corazón de Londres, Wicked encontró el escenario ideal para desplegar su esplendor: un teatro que, como su historia, fusiona la grandeza con la intimidada.
La trama nos transporta al mágico país de Oz, antes de la llegada de Dorothy. Allí, dos jóvenes brujas, Elphaba y Glinda, representan fuerzas opuestas que terminan entrelazadas por el destino. Elphaba, incomprendida y marginada por su apariencia y sus ideales, busca justicia en un mundo dominado por la mentira; Glinda, encantadora y popular, aprende que la bondad puede tener muchas formas. La amistad entre ambas se convierte en el eje emocional de la obra, y su ruptura, en una metáfora del conflicto entre el poder y la integridad.
El montaje en el Teatro Apollo Victoria es una sinfonía de luz, color y movimiento. Su imponente arquitectura art déco se funda con un diseño escénico de engranajes, puentes y alas doradas que evocan un universo mágico en perpetuo cambio. Las luces verdes, símbolo del poder y la transgresión, dominan el espacio, mientras la orquesta teje un tapiz musical que va del susurro al clímax. Los números Defying Gravity y For Good se han convertido en himnos universales, donde el teatro se transforma en pura emoción suspendida en el aire.
Más allá de los efectos espectaculares, Wicked en el Apollo Victoria es una parábola sobre la empatía y la diferencia. En un mundo donde la verdad se moldea según la conveniencia del poder, la historia de Elphaba resuena como una defensa de la autenticidad y la valentía. Es un relato sobre cómo las etiquetas —bien, mal, bruja o heroína— pueden esconder la complejidad de lo humano.
Asistir a Wicked en el Apollo Victoria Theatre es sumergirse en un hechizo que trasciende el tiempo. Es ser testigo de un arte que combina la fuerza del mito con la emoción contemporánea, recordándonos que la verdadera magia del teatro no está en los efectos, sino en su capacidad para hacernos sentir, cuestionar y volar —aunque solo sea por un momento— más allá de lo posible.