Basada en: la obra teatral Salomé de Oscar Wilde (1891)
Música: Richard Strauss
Libreto: Richard Strauss (adaptación del texto original en alemán)
Dirección musical: Jan Latham-Koenig
Dirección escénica: Rubén Szuchmacher
Lugar: Teatro Colón, Buenos Aires, Argentina
En el majestuoso Teatro Colón, Salomé de Richard Strauss se presenta como una de las óperas más intensas, provocadoras y fascinantes del repertorio lírico universal. Esta producción, que combina el dramatismo poético de Oscar Wilde con la exuberancia orquestal de Strauss, sumerge al espectador en una atmósfera cargada de deseo, poder y fatalidad. Desde su estreno, ha sido aclamada por su impacto emocional y su impresionante despliegue artístico, reafirmando al Colón como uno de los templos operísticos más importantes del mundo.
La trama transcurre en el palacio de Herodes Antipas, tetrarca de Judea, donde Salomé, su hijastra, queda cautivada por el profeta Jokanaán (Juan el Bautista), prisionero del rey. Rechazada por él, la joven se deja consumir por una obsesión tan poderosa como destructiva. En un célebre momento culminante, Salomé ejecuta la sensual “Danza de los Siete Velos” ante Herodes, quien, embriagado por su belleza, le promete concederle cualquier deseo. Ella pide la cabeza del profeta, desencadenando una tragedia que simboliza la corrupción, el deseo y la pérdida de la pureza.
La partitura de Richard Strauss es una obra maestra de la orquestación moderna. Su riqueza armónica, sus contrastes dinámicos y su intensidad expresiva acompañan cada emoción con precisión cinematográfica. Desde los oscuros acordes iniciales hasta el desgarrador final, la música conduce al espectador por un viaje psicológico donde el erotismo, la locura y la muerte se entrelazan de forma hipnótica. La interpretación de la Orquesta Estable del Teatro Colón, bajo la dirección del maestro Jan Latham-Koenig, realza la monumentalidad sonora y la tensión dramática de la obra.
La dirección escénica de Rubén Szuchmacher propone una lectura contemporánea y simbólica de Salomé, manteniendo la fuerza del texto original pero resaltando su vigencia como reflexión sobre el deseo y el poder. La escenografía y la iluminación juegan con el contraste entre la opulencia del entorno y la oscuridad del alma humana, creando imágenes de gran impacto visual. El vestuario, sobrio y elegante, subraya la atemporalidad del conflicto moral y emocional que atraviesa la obra.
Más allá de su belleza formal, Salomé es una profunda exploración de los límites del amor, la obsesión y la transgresión. Strauss y Wilde nos muestran a una protagonista compleja, víctima y verdugo al mismo tiempo, atrapada entre la pureza y la perdición. Su figura, a la vez mítica y humana, encarna el eterno conflicto entre el deseo y la condena, entre la fascinación y el horror.
La producción del Teatro Colón se distingue por su excelencia interpretativa, su fuerza visual y su capacidad para conmover al público con una historia tan provocadora como universal. La combinación de talento vocal, dirección orquestal precisa y un diseño escénico imponente hace de Salomé una experiencia sensorial y emocional única.
Es una “nueva producción” del Teatro Colón, lo que significa rediseños escénicos recientes, combina música de gran dramatismo con una historia intensa, ideal para público que busca más que entretenimiento ligero y representa una oportunidad para ver un repertorio central del siglo XX y del repertorio alemán-austríaco en un teatro de primera línea!